
Mi perro observa su reflejo anonadado…
concilia el sueño entre mis piernas
temprana aullidos, descansa baba,
mi perro huye del gemelo bicolor
que aparece en las sombras.
Nietzsche no pensó en los canes
cuando apolillaba úteros
y enmudecía las trompas de Falopio.
6 comentarios:
Me encantó este poema, amiga.
Sentencioso.
Un abrazo
A
1 can = life preview
BELLO ESTE POEMA COMO TODOS...,ENTERNECEDOR. ERES HERMOSA Y TIERNA, DURA Y DELIRANTE A LA VEZ. UNA GRAN POETA, CON VOZ PROPIA, UNA SENSIBILIDAD INPACTANTE.
NO ME QUEDA MÁS QUE REITERAR MIS EMOCIONES.
¡¡¡TE AMO!!!
seguramente, nietzsche dejó de pensar en muchas cosas...
saludos
seguramente, nietzsche dejó de pensar en muchas cosas...
saludos
Es mi preferido...
Qué más puedo decir?
Publicar un comentario