miércoles, febrero 25, 2009

alicialicialicialicia

Almost Alice, Maggie Taylor



Ella también quiso
decapitar a Cheshire
pero tantos años
en las maravillas
y de botella en botella
hoy fornica apresuradamente
con el conejo blanco
y se corta las venas
con las barajas
antes de ir a tomar el té.
Ella hoy hace mares por deporte
y las ratas surfean en las tartas
espolvorea pimienta en sus silencios
Ella, desnuda en medio de erizos
despierta en el vientre de su hermana
ya no cuenta su viaje repetido
abre la boca
de repente la oruga
es una caja de Xanax
y apenas su esqueleto entra
en la camisa de fuerza.

martes, febrero 17, 2009

Merca-nicomio

"Casa de locos" Goya


No somos más
que préstamos bancarios
víveres en fila express
dicotomías de funámbulos
y escases de lluvias.
La costumbre
nos lame la entrepierna
nos compra
y terminamos vestidos de puta
repetidos
entaconando sueños.

domingo, febrero 08, 2009

Puerta de embarque N⁰ 7

Fading away, Maggie Taylor



Extraño que estallen
los relojes en mis manos.
Cuando el invierno
era un parque infantil:
cigoto y lúdico.
Lo extraño a él,
que tiene el nombre de todos.
Como los aeropuertos
repletos de maletines parlantes
y columnas escurridizas.

Los cuerpos

Cuerpos pintados: artistas latinos, chilenos




Los cuerpos se curten solidarios en los abismos, alquímicos y arrendados. Las voces subyugan lluvias parpadeantes. Cinco minutos y jadeantes volvemos a injertarnos los relojes. Los cuerpos y las almas jamás confunden placer con negocios. El silencio se cuartea, los esqueletos tiemblan vacuos, y salimos como balas a las quimeras propias, huérfanos. Los cuerpos nunca hablan del padre muerto o de la pareja infiel. Son analgésicos, sucursales del tedio. Sexo de canciones arcaicas y poemas muertos. Cigarrillos de sepelios. Suicidas fracasados. Los cuerpos se curten, aprenden a sobrellevar los saltos de rayuelas mielínicas, se saben lámparas o floreros y protestan cuando les atribuyen alas o escaleras al músculo hastiado de puertas. A veces se enferman, se cortocircuitan, gritan horizontales, son finitos, nauseabundos. Cuerpos. Caminar, fornicar, morirnos impares. El polvo no sirvió de mucho en nuestros músculos. Ni siquiera para obligar al rostro a erigir una sonrisa.