lunes, enero 26, 2009

Dew



Al fondo las muñecas
los tranvías mutilados.
Mis palabras eran tripas
sucursales de silencios.
A dónde iremos a parar
si hoy ya nacemos muertos
y nos entierran vivos,
Total, Alejandra,
las despedidas no son más
que superfluos incestuosos.

1 comentario:

Anuar dijo...

no hay suicidio más precoz que el haber nacido. Así que no nos queda otro remedio que escribir poemas para superarlo, je..